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viernes, 26 de agosto de 2011

ALIMENTOS INTEGRALES




Mito de los alimentos integrales:
Los alimentos integrales no engordan: ¡ FALSO!.
Que a igualdad de peso aporten un poco menos de kilocalorías (la diferencia es muy pequeña) no quiere decir que podamos por tanto consumir grandes cantidades sin miedo a engordar, ya que la diferencia es pequeña. Así, la diferencia, por ejemplo entre 100 gramos de pan integral y 100 gramos de pan blanco es mínima.

¿Sabías que….?
Consumir unos 25-30 gramos de fibra al día es lo recomendado, pero tampoco es bueno pasarse y por tanto no debemos creer que cuanta más fibra ingiramos mejor ya que podemos sufrir problemas digestivos como distensión abdominal, flatulencias… y además la disponibilidad de ciertos nutrientes como calcio, hierro, o zinc puede resultar afectada.

Cereales integrales, ¡una sana elección!:
Según un reciente estudio realizado en Estados Unidos, el consumo diario de cereales integrales está inversamente relacionado con la tasa de mortalidad en mujeres americanas entre 55 y 69 años.




Ciertos estudios epidemiológicos parecen indicar que el consumo frecuente de cereales integrales puede disminuir hasta un 30% el riesgo de padecer ciertas enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer.

Un estudio epidemiológico entre hombres fumadores de 50 y 69 años relacionó el consumo de cereal integral con un menor riesgo de infarto de miocardio.

Un estudio relacionó el seguir una dieta rica en cereales integrales con un 30% menos de riesgo de padecer diabetes tipo 2.

En un metanálisis en el que se estudió el consumo de cereal integral y cáncer, se desprende que los cereales integrales parece que ofrecen una cierta protección frente a padecer cáncer colorrectal.

¡Una ayuda contra el sobrepeso y obesidad!
Varios estudios relacionan la ingesta de cereales integrales con un menor índice de masa corporal. Parece que esto se debe al aporte extra de fibra de los cereales integrales que consiguen por tanto tener un mayor poder saciante.

¡No se deben atribuir al azúcar moreno los beneficios que genera el consumo de un alimento integral!:
La diferencia entre el azúcar moreno y el blanco es mínima y aunque el moreno aporta algo más (la diferencia entre ambos en el aporte de nutrientes es muy pequeña) que el blanco, sigue siendo un azúcar simple cuyo consumo debe estar limitado ( los azúcares simples no deben aportar más del 10% de la energía diaria).

¿Puede todo el mundo consumir cereales integrales?
En general el consumo de alimentos integrales está recomendado, sin embargo, existen ciertas situaciones en las que su consumo está contraindicado. En cualquier caso usted debe consulte siempre a su médico, pero como ejemplos de dichas situaciones en las cuales la ingesta de fibra puede ser que se deba limitar podemos citar la enfermedad de Crohn o la diarrea.

Más información en :http://www.doctordecangas.com/2011/02/los-alimentos-integrales.html

COMER DE TODO

En Nutrición no hay ningún alimento prohibido, comer de todo en su justa medida es el concepto más importante que se debe tener en cuenta a la hora de alimentar a nuestros niños y a nosotros mismos.


En la infancia y la adolescencia se ha de reforzar el consumo de este tipo de alimentos que son más rechazados y poco consumidos. Precisamente en este periodo se instauran los hábitos alimentarios, que serán los que tendrán de adulto y por tanto el estado nutritivo y de salud en gran parte estará condicionado por lo que se consiga hacer ahora.


En definitiva, hay algunos pilares muy importantes a la hora de “apuntalar” la alimentación de nuestros hijos para que sea saludable, variada y equilibrada. Entre ellos:


Consumir semanalmente pescado: Se deben consumir 2 raciones de alimentos proteicos (pescado, carne y huevos) al día. Sin embargo, es importante primar el consumo de pescado frente al de carne. Generalmente el pescado no suele ser muy apreciado por los niños, pero el alto valor biológico de sus proteínas (similar al de la carne), su mayor digestibilidad y su buen perfil lipídico (si es blanco es bajo en grasas y si es azul tiene grasa, pero se trata de grasas saludables) hacen que su frecuencia de consumo deba ser mayor que la de la carne.



La cantidad de pescado se debe adaptar a la edad, el peso, la actividad física y el estado de salud de cada niño, pero lo que sí es importante recalcar es que a veces se sobreestima la cantidad de alimentos ricos en proteínas que deben ingerir los niños. Por ello, no conviene abusar del pescado (ni de la carne y los huevos), y lo ideal es combinar pequeñas cantidades de estos alimentos con legumbres, arroz, pasta, patatas, verduras y hortalizas.



Consumir diariamente frutas, verduras y hortalizas: Consumir diariamente 2 o más raciones de verduras-hortalizas y 3 o más en forma de fruta, es importante por cuestiones de salud. Las verduras y hortalizas se pueden dar salteadas, gratinadas, en purés… con objeto de que sean más fácilmente consumidas por los niños, pero una ración de ensalada (puede ser como guarnición) o verduras-hortalizas crudas al día también es interesante ya que al cocinar se pierden vitaminas y minerales. En cuanto a la fruta, en la medida de lo posible, el postre en comidas y cenas debe ser una pieza de fruta fresca (compotas etc… tienen menos vitaminas y minerales). Los postres lácteos también pueden ser una opción, pero dejando la fruta (un alimento que se consume en menor cantidad y frecuencia de la debida) como primera opción. Dado que se recomienda hacer 5 o 6 comidas al día, hay espacio de sobra para meter yogures, leche etc… en otras comidas.


Consumir semanalmente legumbres: Las legumbres deberían estar presentes unas 3 veces por semana en la alimentación de los niños. Son ricas en proteína vegetal, hidratos de carbono complejos, fibra soluble, vitaminas y minerales… y sin embargo cada vez son menos consumidas. Hacerlas formar partes de purés, hamburguesas, croquetas, humus…son algunas alternativas para fomentar su consumo.


Trucos generales para hacer más fácil que los niños consuman alimentos que no suelen gustarles:


Los niños, y nosotros también, comen con la vista, por tanto la presentación es vital. Una merluza a la plancha o hervida es muy poco sugerente pero los platos rellenos de color son mucho más atractivos. Podemos jugar con las guarniciones (tomate cortados con formas de muñeco o de corazón, patatas cocidas con forma de estrellas…) y con las salsas (colores vivos y sabores atractivos).


Mezclar puede ser una buena idea. Podemos mezclar el pescado, las frutas o las legumbres con aquellos alimentos que más le gustan al niño para ir acostúmbrandole a su consumo. Unos spaguetis con tomate y merluza, unos macarrones con queso y atún, unos trozos de fruta con gelatina o un arroz con gambas y champiñones son algunos ejemplos…


Ojo con las espinas. Aparte de que supongan un riesgo, a veces son el motivo del rechazo del pescado por parte del niño. Por tanto es preferible asegurarse de elegir pescado con pocas espinas y que además se las hayamos quitado.


Camuflaje de presencia y sabor: Poner las legumbres formando parte de una hamburguesa, croquetas o purés, el pescado en albóndigas o en relleno de empanadas, verduras que no gusten formando parte de purés o con platos de cereales, o frutas aborrecidas formando parte de zumos o licuados… son formas de ir introduciéndolo poco a poco sin que el niño se dé casi cuenta.


Hay que ser ejemplo: Difícilmente podremos conseguir que nuestro niño consuma fruta si nosotros a su lado estamos tomando un buen flan con nata, o que consuma pescado si mientras nosotros nos estamos tomando una buena hamburguesa a su lado. Los mayores debemos ser ejemplo y por tanto debemos consumir aquellos alimentos que deseamos que consuman nuestros hijos.


Participar: Muchas veces cuando uno hace algo es más fácil que se lo coma. Hacer partícipes a los niños en la elaboración de algunos platos genera ilusión etc… Hacer con ellos dibujitos con trozos de fruta, brochetas de verduras y pavo etc… puede fomentar su consumo entre los niños.


No premiar ni castigar con alimentos: La comida no es un juego, no es bueno castigar o premiar con ciertas comidas porque eso puede fomentar aversiones o preferencias.



OBSERVATORIO DE SALUD EN ASTURIAS

La salud comunitaria asume que la salud, el bienestar de una población está relacionada con unos determinantes sociales en salud (condiciones de vida, estilos saludables, factores socioeconómicos, educativos, medioambiente o calidad de la atención sanitaria…) y en que la influencia y la actuación de esos determinantes tiene mucho que decir la propia comunidad.


Así, el Observatorio de Salud en Asturias trata de generar un espacio de conocimiento sobre la información en salud en Asturias a través de una serie de informes periódicos; garantizar que esta información llegue de la forma más comprensible al mayor número de agentes sociales posibles, destacando la importancia de un abordaje de los determinantes sociales en salud y, finalmente, vincular la información en salud de los indicadores a las diferentes actuaciones comunitarias en salud que se están desarrollando en Asturias.